El accidente ocurrió el Viernes Santo, del mismo año cuando un pescador del municipio de las charcas. Ofrecía paseos en una yola por los cayos cercanos. Por una tarifa de medio peso, las personas podían dar un paseo de aproximadamente 15 minutos.

En uno de estos viajes, la yola se volcó frente a la playa, causando desesperación entre los pasajeros. Muchos hombres que se encontraban en la Playa Caracoles se lanzaron al agua para ayudar en el rescate. La situación se volvió caótica porque, durante el rescate, surgieron confusiones sobre la ubicación de la joven Altagracia Mirelis Tejeda Díaz, de 14 años. Algunos decían que ella estaba en la primera yola que había sido rescatada, mientras que en la orilla se decía que venía en la otra yola. Incluso el joven, Fernando Arturo(rey Arturo) fue directamente al Hospital de Azua para asegurarse de que no la hubieran llevado en uno de los autos que trasladaban a los casi ahogados.

En esa época no había los celulares como ahora, pero si el joven Fernando Arturo tenía 11 metros CB, Radios instalados en el carro y al llegar al Hospital Lance señal a playa caracoles diciendo que no estaba en el Hospital dentro de los que fueron trasladados.

Esta confusión y pérdida de tiempo tuvieron como consecuencia trágica la desaparición física de la Mella, cuyo cuerpo apareció flotando tres días después. Durante ese tiempo, la playa estuvo llena de personas buscando a lo largo de la orilla para encontrar el cuerpo de la joven.

A raíz de esta tragedia, la playa Caracoles fue clausurada durante tres años. Luego, las autoridades del Ayuntamiento obtuvieron el permiso de la Defensa Civil con la condición de formar un grupo de seguridad compuesto por la Defensa Civil y la Cruz Roja en Las Charcas, para operativos durante la Semana Santa.

Mirelis Tejeda Díaz.