Comandados por Pedro Santana, grupos de valientes soldados dominicanos vencieron en Azua un gran contingente de haitianos, defendiendo la recién proclamada Independencia Nacional.
Luego de la proclama del 27 de febrero, el presidente Hérard hizo un llamado-amenaza para que los dominicanos dejaran sin efecto la misma. Al no obtener respuesta positiva, se preparó un fuerte plan militar y organizó su ejército para recuperar el territorio nacional por diferentes posiciones. A sabiendas de los preparativos bélicos por la parte haitiana, la Junta Central Gubernativa envió a los hermanos Pedro y Ramón Santana a comandar el sur y a los próceres Ramón Matías Mella y Francisco del Rosario Sánchez a Santiago.
Las tropas haitianas avanzaron hacia Azua y se enfrentaron con los nacionales en el Paso de la Hicotea, Los Jovillos, Paso del Jura, San Juan de la Maguana, Los Conucos, El Barro y El Cerro de Resolí.
El 19 de marzo las tropas dominicanas, a las cuales se habían integrado jóvenes azuanos, hateros y montoneros entrenados por Antonio Duvergé y Francisco Soñé, estaban posicionados en puntos estratégicos de Azua con fusilería, cañones y artillería comandados por Vicente Noble, Nicolás Mañón, Francisco Soñé, José del Carmen García, Matías de Vargas, José Leger y Federico Martínez, listos para enfrentar las tropas de Hérard. Cuando los haitianos entraron en Azua, los dominicanos rechazaron el ataque.
Ante la superioridad numérica de las tropas invasoras, la victoria dominicana se logra por la estrategia de lucha utilizada, como fue la práctica de guerra de guerrillas, el ataque sorpresivo y la determinación y valor demostrados por la defensa de los ideales de independencia, manifestados el 27 de febrero.
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